miércoles, 19 de junio de 2013

El encuentro con inocentes. Por: Rabindranath Tagore

  • ¿De dónde he venido?
    ¿De dónde me tomaste?
    Esto preguntó el bebé a la madre.
    Ella respondió
    un poco llorando
    un poco riendo
    y apretando
    a su hijo
    contra el pecho:
    Estabas escondido en mi corazón
    como  un deseo mi cielo.
    Estabas en mis juegos infantiles de muñecas
    y luego con arcilla
    modelé la imagen de mi Dios cada mañana,
    te hice y te deshice en ese momento.
    Estabas en el vientre de nuestra divinidad hogareña
    y al adorarla
    te adoraba a tí.
    En mis esperanzas y amores
    en mi vida
    y en la vida de mi madre
    haz vivido tú.
    En el cuenco espiritual de nuestro hogar
    fuiste cuidado por siglos
    y cuando en mi juventud
    mi corazón abrió sus pétalos
    ya rondabas
    como una fragancia.

    Tú ternura floreció
    en mi juvenil esencia
    como un resplandor en el cielo,
    como  un amanecer.
    El primogénito querido del cielo
    me guió a la luz de la mañana.
    Haz flotado
    por la corriente de la vida del mundo
    y finalmente
    te quedaste en mi corazón.
    Contemplo tu rostro
    y el misterio me invade.
    Tú que a todos perteneces
    ahora eres mío
    y por miedo a perderte
    te abrazo contra mi pecho.
    ¿Qué magia,
    ha atrapado el tesoro del mundo
    en estas manos mías?

    - Rabindranath Tagore -

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