sábado, 27 de julio de 2013

En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos gemelos. Uno pregunta al otro:
-¿Tú crees en la vida después del parto?
-Claro que sí. Algo debe existir después del parto.
Tal vez estemos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde.
- ¡Tonterías! No hay vida después del parto.
¿Cómo sería esa vida?
- No lo sé pero seguramente… Habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca.
- ¡Eso es absurdo! Caminar es imposible... ¿Y comer por la boca? ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida después del parto está excluida, es ridículo creer algo así. El cordón umbilical es demasiado corto...
- Pues yo creo que si debe haber algo. Y tal vez sea sólo un poco distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí...
- Pero nadie ha vuelto nunca del más allá, después del parto. El parto es el final de la vida y a fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.
- Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del parto, pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.
- ¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que está ella? ¿Dónde? lo que ies es ridículo...
- ¡Yo creo que mamá está en todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es como vivimos. Sin ella todo este mundo no existiría.
- ¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto, es lógico que no exista.
- Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantando o sentir cómo acaricia nuestro mundo. ¿Sabes?… Yo pienso que hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella…


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viernes, 26 de julio de 2013

(✿◠‿◠)

«Usted perdone», le dijo un pez a otro, «es usted más viejo y con más experiencia que yo y probablemente podrá usted ayudarme. 
Dígame: ¿dónde puedo encontrar eso que llaman Océano? 
He estado buscándolo por todas partes, sin resultado».
«El Océano», respondió el viejo pez, «es donde estás ahora mismo».
«¿Esto? Pero si esto no es más que agua… 
Lo que yo busco es «el Océano», replicó el joven pez, totalmente decepcionado, mientras se marchaba nadando a buscar en otra parte.

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(◡‿◡✿)

Los hindúes han creado una encantadora imagen para describir la relación entre Dios y su Creación. Dios «danza» su Creación. El es su bailarín; su Creación es la danza. La danza es diferente del bailarín; y sin embargo, no tiene existencia posible con independencia de El. No es algo que se pueda encerrar en una caja y llevárselo a casa. En el momento en que el bailarín se detiene, la danza deja de existir.
En su búsqueda de Dios, el hombre piensa demasiado, reflexiona demasiado, habla demasiado. Incluso cuando contempla esta danza que llamamos Creación, está todo el tiempo pensando, hablando (consigo mismo o con los demás), reflexionando, analizando, filosofando. Palabras, palabras, palabras… Ruido, ruido, ruido… 
Guarda silencio y mira la danza. Sencillamente, mira: una estrella, una flor, una hoja marchita, un pájaro, una piedra… Cualquier fragmento de la danza sirve. Mira. Escucha. Huele. Toca. Saborea. Y seguramente no tardarás en verle a él, al Bailarín en persona.   
Si realmente has oído cantar a un pájaro, si realmente has visto un árbol…, deberías saber (más allá de las palabras y los conceptos). 
¿Qué dices? 
¿Que has oído cantar a docenas de pájaros y has visto centenares de árboles? 
Ya... Pero lo que has visto ¿era el árbol o su descripción aprendida? 
Cuando miras un árbol y ves un árbol, no has visto realmente el árbol. Cuando miras un árbol y ves un milagro, entonces, por fin, has visto un árbol. 
¿Alguna vez tu corazón se ha llenado de muda admiración cuando has oído el canto de un pájaro?

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(✿◠‿◠)

"Sólo mediante la quietud interior tienes acceso al reino de quietud en el que habitan las rocas, las plantas y los animales. Sólo cuando tu mente ruidosa se queda en silencio puedes conectar profundamente con la naturaleza y sanar la separación creada por el exceso de pensamiento."

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(✿◠‿◠)

"Llevar tu atención a una piedra, a un árbol o a un animal no significa pensar en ellos, sino simplemente percibirlos, darte cuenta de ellos.."

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(✿◠‿◠)

"Observa un animal, una flor, un árbol, y mira cómo descansan en el Ser. Cada uno de ellos es él mismo. Tiene una enorme dignidad, inocencia, santidad. Sin embargo, para poder ver esto, tiene que ir más allá del hábito mental de nombrar y etiquetar. En el momento en que miras más allá de las etiquetas mentales, sientes la dimensión inefable de la naturaleza, que no puede ser comprendida por el pensamiento ni percibida por los sentidos. Es una armonía, una sacralidad que, además de compenetrar la totalidad de la naturaleza, está dentro de ti."

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jueves, 25 de julio de 2013

Las campanas doblan por ti

¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?
¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?
¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?
¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?   
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Ningún hombre es una isla entera por sí mismo. Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.

Poema de: JOHN DONNE,  Londres (1572-1631)
Poeta metafísico inglés